martes, 30 de agosto de 2011

RED ASTRONOMICA SOCIAL


RED ASTRONOMICA SOCIAL

JJAA PINAR AGOSTO'11


25/08

Y cómo empiezo esta vez? Tenía tanto miedo de que saliera algo mal, había tantos factores en contra, y me encuentro que, como las nubes, todo se disipó, que no puedo decir otra cosa que la que se encuentra en una nube soy yo. Tal vez mi parte etérea subió en alguna de las que aparecieron el sábado por la noche en el Pinar y todavía siga en ella, no sé, no sé….



Maravillosa subida, acompañada de estas vistas


Subí tarde el jueves, y con bastante pereza, pues el día había sido bastante ajetreado. Benidorm- Granada, todo el día de trabajo y, después, Granada a Puebla de D. Fadrique y, finalmente, el Pinar de Araceli.

Sobre las 9:30, más o menos, estaba allí, y me fui directamente a la cabaña de los de Cádiz. Allí estaban Javi (Cad), Javi (Jare), Víctor (Acrab) y Juan Antonio (Jasp). A los 3 primeros no los conocía, pero rápidamente me sentí acogida por ellos. La sangre gaditana debe contener algún elemento especial, pues fue como llegar a casa.

Pronto aparecieron Pablo (CBR), César (Bohr) y Jesús (Petardo), qué gustazo conoceros finalmente. Pronto comenzaron las risas y es que había sido una tarde un tanto “agitada” para ellos. Entre risas, una nueva aparición, la niña con los ojos más impresionantes que haya visto, y su papá, el Rey del Sol, Claudia y Jesús (Fobos). Cuántas ganas tenía de conocerte, Jesús, y de qué manera se vieron cumplidas mis expectativas.

Traslado a la cabaña para dejar todo lo que llevaba (hay que ver qué cantidad de cosas, para unos días, se pueden meter en un coche, un poco más y me llevo el mueble del salón también) y regreso a la cabaña de los Javis y Víctor para cenar.

Cena rápida y observación. Jasp en la pista central, Jesús (Fobos), en la puerta de su casa, y los Javis, Víctor, Pablo y César arriba. Quizá la única pega que pueda poner a la reunión sea esa, las caminatas que tuve que pegarme para estar un rato con cada uno. Igual que la dispersión durante el día.

Empecé en la zona alta, con los Javis y compañía, en el telescopio de Víctor (Acrab), en el que tenía muchas ganas de observar. Increíble el telescopio que se ha manufacturado. Buena mano y buen ojo, porque con el Ethos 10 captó el mejor quintento de Stephan que haya visto y cuando digo quinteto, es quinteto, las 7 en la misma ventana, con una resolución y una nitidez increíble.

NGC 7448, una “pequeña” galaxia para mí, una gran galaxia para Víctor. Disyuntiva en nuestra forma de mirar, pero igualmente maravillosa. Esto demuestra que todo depende del color con el que se miran las cosas, o con el cristal, o con los ojos, qué más da, es todo tan subjetivo…
He de reconocer la sensación momentántea que tengo en ese momento con Victor: “es una gran galaxia, no sabes lo que estás mirando”, “no se gradúa de las 2 ruedas, sólo de una”, y yo pensando, pero qué se ha creído éste, que acabo de empezar a observar o que estoy aquí haciendo bulto? Menos mal que la primera impresión es la que cuenta, y pronto todo vuelve a su cauce, y el Víctor que yo esperaba y con el que tuve el primer encuentro, reaparece y todo queda en mera anécdota para escribir aquí. Eres un gran tío, Victor, culto y educado. Y como me gusta hablar contigo de cine, pisha!!

La NGC 7177 con los Javis, este en uno de sus LB 12”, se intuye su núcleo dentro de esta galaxia circular, pero en el de Acrab (Víctor), no sólo se intuye, sino que se resuelve con absoluta claridad. Encuentro muchas diferencias entre los 12” y este 16” de calidad extrema. Afortunadamente para Víctor, claro.

Me traslado al lugar de observación de Jesús Carmona, nuestro Fobos. Allí está con Jean (JuanAndré), nuestro francés más andaluz, con sonrisa permanente y al que casi tengo que colocar un babero mientras observa con Jesús. Cosas de la aperturitis.

Sorpresa total con Jesús, “mi” repelente es un hombre excepcional, que disfruta de la astronomía, y con la astronomía, y, lo mejor, disfruta enseñando astronomía, y comparte tanto sus conocimientos como su material. Realizando un inciso, decir que en este caso se cumple a rajatabla la norma de que detrás de un gran hombre hay una gran mujer, Mari Cruz es una mujer increíble, de las de la buena esencia se encuentra en bote pequeño. Pero qué esencia!!!

El cañón de 20” es ideal para la observación, una ventana al universo, pero tiene el “pequeño” inconveniente de que yo no llego cuando apunta al zenit!!!
Gracias a la amabilidad de Jesús Fobos consigo alcanzar una parte del cielo con su mastodonte, ya que, primero con Jean, y, después, los dos solos, se dedica a buscar objetos a los que yo tenga acceso desde el segundo escalón de su almena. Alucinante el sistema motorizado de este telescopio, la suavidad de movimientos, de seguimiento. Perfecto y agradecido el rotador para filtros, la comodidad hecha telescopio.

Empezamos con la explosión de M22, un cúmulo muy agradecido en el 20”, además, visto con los binoculares me produce una tridimensionalidad espectacular.
Ver los objetos con este cañón es como comenzar de nuevo la astronomía, pues con cada objeto tengo la misma sensación: ser la primera vez que los veo. Si es que no me canso de decirlo, todas las cosas dependen del cristal con el que se miran, y mirar con un ethos 21 y en un 20” puede variar mucho tu forma de verlas.

Y con ese ethos 21 pasamos al M17, el pato para Jesús, por la forma que tiene, y es que la Nebulosa Omega es también la Nebulosa del cisne. Para mí, es un objeto de una delicadeza absoluta, casi me parece un velo, ocupando todo el ocular, tu ojo se desliza de un extremo a otro, dejándote mecer por las alas del cisne.

Continuamos con el NGC 5907, entusiasmado, Jesús me explica cómo esa delgada línea que recorre su interior está compuesta de polvo interestelar. Me emociona compartir estos momentos, pues antes de visualizar cada objeto, me explica con detalle lo que voy a ver, en qué tengo que fijar mi atención exactamente. Observar de esta manera es un lujo, y no sólo por el instrumental, sino por la transmisión entusiasta de conocimientos que me llega.
Mientras observamos, César (Bohr), y Daniel (Gildan), se acercan por allí, para compartir algún objeto.

Pasamos a otra galaxia, la NGC 891, y es que, afortunadamente para mí, quiere enseñarme cosas distintas, que no pueda ver en un telescopio normal. Yo que pensaba que pronto iría a dormir, y resulta que la noche está siendo increíble.

Pues bien, la peculiaridad de esta galaxia en espiral, situada en Andrómeda, en su brazo interior, vista de canto, es que se observa una especie de brazo interior, una barra de polvo interestelar, que prácticamente la divide visualmente.

Siguiendo con formas extraordinarias, observamos M33, explicándome cómo su región HII (compuesto de hidrógeno ionizado) forma una nebulosa anexa a la propia galaxia. Mis ojos se han habituado a esta nueva forma de observar y me es fácil localizar cada detalle tras sus explicaciones. Es muy curioso, esto no podría verlo en otro telescopio de menos pulgadas. Y es que, como ya me explicó Jean, sí existen diferencias entre su 18” y este 20. Aunque para mí sean tan insignificantes, acostumbrada a muchísimas menos pulgadas.

Y, para que pueda comparar de verdad, 2 cúmulos: uno de los dobles de Perseo, y otro que casi me hace caer de las escaleras donde estoy encaramada toda la noche: M13.
No sé las veces que habré visto este objeto, uno de mis favoritos, pero verlo aquí, es otra historia. El propio cúmulo desborda el ethos 21, pero cambiando al ethos 8, combinado con una pequeña Barlow resulta increíble. Dentro del ocular queda el núcleo del cúmulo, no alcanzando a contener todo su entorno, y dentro de este núcleo se distinguen las diversas intensidades de sus estrellas. No puedo menos que emocionarme contemplando esta explosión de vida y luz que hace mella en mi interior. No puedo dejar de sonreír tras una noche así.

Jesús y yo nos despedimos, él lleva ya varias noches y queremos reservarnos para lo que se prevé el plato fuerte, la noche del viernes. Es una pena que no haya podido ver los velos, pero en el zenit es imposible para mí este telescopio.

Me dirijo a la pista central, caminando feliz en la oscuridad, en plena naturaleza, ha sido una buena noche. Allí está Jasp con Eduardo, fotografiando, o más que eso, dejando listo su equipo para la noche siguiente. Se respira bien bajo ese cielo. Es una sensación de libertad única. Eduardo marcha a su cabaña.

A nosotros, todavía nos quedan fuerzas para, durante más de dos horas, comentar la noche, lo maravilloso que ha sido conocer a estos nuevos amigos, las expectativas que tenemos para la noche siguiente, y para la vida…
Ahora sí, es hora de dormir, pues todavía nos quedan jornadas por vivir.

Viernes, 26/08

Es temprano todavía, son las 9:30 (temprano para la hora que me acosté), pero la luz entra con fuerza por la ventana, llamándome a gritos vaga, y una llamada telefónica acaba tirándome de la cama. Qué bien he dormido! Y qué felicidad siento todavía!



Vistas del Pinar


Desayuno sola en el salón, mientras reviso mis notas e intento conectarme a Internet. Bendito Pinar! Apenas si hay cobertura, y la conexión a Internet es prácticamente imposible. Disfruto de este momento impagable en plena naturaleza, absolutamente silenciosa a esa hora de la mañana. Todavía en pijama, salgo al exterior. La mañana es fresca, pero limpia tus pulmones, los oxigena. Intento captar el momento con mi cámara, pero el objetivo se empeña en ser dimensional, en capturar sólo lo que ve y no lo que siento. Un bienestar interior difícil de explicar.



Jasp, con cabaña al fondo


Por fin, me decido y entro en la ducha, pues quiero llegar pronto a la comida, me apetece charlar un rato con los compañeros y con Matías y Lola, 2 grandes anfitriones y, lo que es mejor, 2 grandes amigos. Son de esa clase de personas con las que puedes ser tú misma, sin superficialidades, sin aditivos.



Matías




Comiendo


Hoy nos toca paella, y una deliciosa ensalada que comparto con Mari Cruz (mujer de Jesús y a la que ya mencioné) y con Ana (mujer de Demonio), a la que ya conozco y que han llegado justo para la comida. David, su hijo, está cada día más guapo, le comento a Ana, lo veo cambiado desde el año pasado, es todo un hombrecito.




Una estupenda paella cocinada por nuestro anfitrión y una mejor sobremesa, donde los de Cádiz son el centro de atención, para variar, las marujis de Caí.
Buscamos el sol como lagartos, y es que la temperatura es fresquita ya a las 5 de la tarde. Van llegando los que faltan: los Isidros y su familia (Juanma y Pablo), José Esteban, al que no veo pasar.



Jesús Fobos



Mari Cruz y la mujer de Jean




Jean




César


También llega Juan Bayo, alias Nuwanda, a la hora del café. Reconozco a la familia precisamente por su mujer, Andrea, y su preciosa hija, Sofía. Es lo que tienen las redes sociales, que puedes comunicarte con compañeros incluso antes de conocerlos.
Sofía es una muñequita, una niña dulce y tranquila, en torno a la cual revolotea Luna, su perrita. Sofía, uno de mis nombres favoritos…. Del griego, sabiduría, y seguro que ya la lleva en los genes, igual que la afición a la astronomía.

Llegan Maritxu y Jesús Astrogades. Esta pelirroja le alegra el día a cualquiera, es como un rayo de sol que inunda cada momento que comparte contigo. Jesús me agradece la ruta que les había recomendado y yo le agradezco más a él este abrazo de amigo que recibo. Con esta luz roja que transmite la rizada cabellera y ese abrazo cálido, mis pocas dudas acaban de disiparse y sé que el fin de semana será perfecto. Y, para confirmarlo, pequeño concierto de la astrobanda.



Jesús Astrogades y Matías


Por fin, aparece mi compi de observación, JuanFra (FranJua), muerto de cansancio y de sueño, pero dispuesto a romper con la noche, y más aún, teniendo en cuenta que sólo dispone de una. Menos mal que va armado de Red Bull hasta las trancas.

El triplete de Leo (Jasp, Franjua y yo) nos dirigimos a hacer las pertinentes presentaciones, visita de rigor a los gaditanos, admiraciones al telescopio de Acrab (Víctor) quien nos comenta que ya ha llegado Comiqueso (JuanJo), disertación con Jesús, y tropiezo con la problemática de turno, dónde montamos?



Juan Antonio (Jasp)



Javi Cad


Los gaditanos, junto Jean y Pablo se quedan arriba. Los últimos en llegar, muy alejados de nosotros, se quedan en su zona, y algunos decidimos montar en la pista, en grupo: Jesús Fobos, Angel Demonio, Juan Antonio Jasp, César Bohr, Juan Nuwanda, JuanFra, y yo. Hasta David monta su pequeño telescopio, intentando explicar a Martín (hijo de Jesús Fobos) su funcionamiento.



Teles de Juan Antonio (Jasp)




En una esquinita, David y Martín, imitando a los mayores


Cena frugaz y comienzo de la noche. Creo que a todos los que allí estábamos, nos hubiera gustado hacer una observación conjunta, al menos por una noche, y en la próxima quedada, siguiendo el ejemplo de Patricio Arbacia, el organizador debería fijar una noche obligatoria conjunta. Para que no sólo hagamos compadreo en las comidas, sino también en las observaciones.

Esta noche, me decido, y monto mi telescopio, un poco empujada por Jasp, tengo Alcor en el ocular, pero compruebo su mala alineación. Angel Demonio, me lo alinea, y me localiza un pequeño cúmulo en Sagitario, M3.
Débilmente, tenemos la laguna, y es que el propietario de Tecno Spica me comenta lo mal colimado que está, y es que si lo utilizara más a menudo, en lugar de dedicarme a la astronomía social…

Franjua se pelea con la montura, con la batería, más de 2 horas cacharreando mientras yo me dedico a astronomear de teles en teles.




El vixen de Juanfra


Acercarse a Jesús Fobos se convierte por momentos en misión imposible, tal es la cola que aguarda pacientemente para su observación.




Jesús Fobos y Claudia, su hija


En un hueco, me avisa para ver la Laguna, que ya he visto en mi telescopio, HORRORRRRR!!! Parecen dos objetos distintos. Empiezo a considerar la opción de la adopción. No sé si Mari Cruz querrá un hija tan mayor, pero yo empiezo a estar decidida..
La Laguna no se alcanza a ver en su totalidad en esta ventana, ya que le es imposible al ocular aglutinarla toda en esos 100º de campo.
Al igual que con la Trífida, en la que se define exhaustivamente su estructura, dividiéndola en mundos independientes aunque unidos por un nexo común, que, en este caso, es el deleitarnos por completo.

Con Juan Nuwanda, que ha dejado durmiendo a sus chicas, observamos en su LB 16” el Doble de Perseo, perfectamente encuadrados ambos cúmulos en el ocular, la galaxia de Andrómeda, y la galaxia del Triángulo.



Telescopio de Juan Nuwanda


Sí noto diferencias con el LB 12” con el que estoy acostumbrada a observar, reconozco que no es el 20 de Jesús, pero es que mientras sigan en mi memoria los objetos avistados con ese telescopio, ya nada será igual, pero, objetivamente, sí encuentro diferencias con el 12. Lo que en uno sólo se intuye, en otro se puede ver con total claridad.
Es un telescopio para uso individual, sin necesidad de ayudas para su montaje, con unos resultados más que dignos, muy superiores a cualquier otro, y que, incluso, podría aligerarse, visualmente hablando, cortando algunas piezas de la base y dejándolas en lo más básico y útil.

Por fin, Jesús Fobos queda libre de sus fans y podemos ponernos manos a la obra, Franjua dimite finalmente de su astrofotografía, seguramente tras yerrar una y otra vez con su batería.

En un principio, hacemos un repaso a todo lo visto la noche anterior a solas, con lo que me puedo dispersar un poco, charlando con Jasp (pidiéndole que fotografíe determinados objetos para el nuevo blog, para esta narración), con Angel y Ana, con César, con Juan Nuwanda, que me enseña una foto preciosa de su telescopio apuntando hacia la vía láctea…. Pero otra vez me encuentro con el mismo problema de la noche anterior, y es que no llego a ver los velos!!




Toda la artillería de Juan Antonio en marcha


M27 se convierte en una gigante bola algodonada, empedrada por completo de claroscuros, no se distinguen colores, pero sí la mayor o menor fuerza del disco de humo.

La galaxia NGC 253, en la constelación del escultor, galaxia en espiral, que como todo objeto, adquiere nombre propio en este tubo.

En la constelación de la Lyra, el anillo, M57. Esto ya no es un anillo, es la alianza de las bodas de platino o de diamantes, o más… Tras verlo, siento un compromiso interno hacia la gente que me rodea esta noche, ya que tan feliz he sido.

En una parte del horizonte, comienza a surgir Orión ya, aunque es muy tarde como para esperarlo.

Júpiter está en el lugar adecuado para verlo, y, es curioso, pero es en mi telescopio donde veo una de las mejores imágenes de este planeta. Probamos con el Uwan 7 más barlow, pero no nos da una imagen definida. Jasp saca un ocularcito, lo ponemos y “voilá”, el mejor Júpiter que haya visto en tiempo, en mucho tiempo. Se distinguen fácilmente como 5 bandas, sus satélites brillan como diamantes, quedo maravillada y reconciliada con mi dobson.

Alquien que me conoce bien, susurra a mi oído algo que me emociona: los velos es posible verlos ya a una altura accesible para mí. Rápidamente, se lo comunico a Jesús. Y Jesús, que es mi genio de la lámpara por esta noche, los pone a mi disposición.

Primero, el “encaje”, un delicioso macramé, un panal de abejas, un tejido realizado con amor de madre. Increíble cómo se entrelazan unos hilos a otros para formar este lienzo celeste en el que envolverse en esta noche mágica, como son las noches del Pinar.

Pasamos al siguiente velo, el NGC 6992, imposible abarcarlo en la imagen. Centrada su estrella principal, vamos desplazando el telescopio, para poder disfrutarla, primero hacia la izquierda, a la parte más corta y que más se afila en su extremo, regreso a su parte central y recorrido por la parte más alargada y también más compacta.
Esta imagen ha quedado grabada en mi retina y creo que tardará mucho tiempo en desaparecer. Es el regalo perfecto para una noche así.

No quiero ver más, quiero guardar esta imagen como punto y final a una noche excepcional, una noche inolvidable.
Nunca había observado los velos de esta manera, si acaso, en alguna foto, y no deseo olvidarla nunca, hubiera pasado horas encaramada a la almena, dejándome llevar por su suavidad y ligereza, por su delicadeza, siento un Peter Pan dentro de mí, intentando recuperar mi parte de niña (bien guarecida, aunque siempre patente). Quisiera volar, sujeta a un extremo de este velo, dejarme llevar por otras galaxias y mundos celestes, observar a los que me rodean desde arriba, tal vez fuera una buena manera de resolver las dudas que me acechan.

Y ahora, sí, a dormir, es muy tarde, más de las 5. Y ha sido una noche muy bien aprovechada. Franjua, Jesús y yo, somos los últimos en salir de la pista

27/08

Intento averiguar la hora que es, el sol entra a raudales por la ventana y debe ser algo más tarde que ayer. Hoy es el día de la comida en grupo, y tengo ganas de, por fin, juntarnos todos.

Desayuno en el restaurante principal y ducha para intentar despertar, pues una parte de mí quiere seguir viviendo el sueño de la noche anterior.

Nos encaminamos hacia el restaurante, encontrándonos en el camino con Juan Nuwanda y su familia. Por supuesto, el tema central es la noche anterior, la excepcional noche pasada.
Ya en el restaurante, y mientras se prepara la deliciosa comida, puedo saludar a los Isidros, a Juanma y Pablo, a José Esteban, a mi amigo Comi y charlar tranquilamente con los antiguos y nuevos amigos.



Las “pequeñas” chuletas que compusieron la comida


Flanqueada por mis chicos, nos sentamos a la mesa, enfrente, Ana y Angel Demonio, Jesús Fobos y Mari Cruz.




Juanfra, Juan Antonio y yo


Lo que allí se habló y se rió sería muy difícil de contar en este espacio, pero prueba de ello son las fotos que se acompañan, y es que, dicen, que una foto vale más que mil palabras.
BRINDO POR TODOS LOS ALLÍ PRESENTES!!

Se hace entrega de la placa conmemorativa a los jóvenes astrónomos, jóvenes en cuanto a edad, porque en cuanto a conocimientos ya quisiéramos muchos… Nuestro futuro está asegurado, y estoy segura que llegarán muy lejos.






Isidro padre e hijo, Pablo y Juanma


Risas y más risas durante la suculenta comida, aunque asustaba ver los trozos de carne, allí no quedó ni un bocadito.




Jesús Astrogades y Maritxu




Juan Nuwanda y Andrea



Luego, la tertulia, las risas con los de Cádiz




Víctor explayándose



Sr. Jesús Carmona, y su Montecristo


Y ya, la despedida de uno de los amigos: Franjua debe regresar a casa. Allí quedamos una buena representación, Cádiz, Armilla y yo (que no sé ni de dónde soy), y una quedada no astronómica para esa noche que no se prevé demasiado buena para la observación.



Calentando motores para el astrobotellón


Regreso a la cabaña, donde intento dejar el mayor espacio posible para los invitados al primer astrobotellón, ese que marcará historia.


Fuera, se está poniendo el sol. Miles de fotos intentando captar ese mágico momento.





Música de fondo, unas risas, unos versos de Neruda:

“…He visto desde mi ventana
la fiesta del poniente en los cerros lejanos.

A veces como una moneda
se encendía un pedazo de sol entre mis manos…”





Por un momento, creo vislumbrar mi rayo verde, tan efímero su paso, que no logro discernir realidad de imaginación. Sueño o vivencia? En mi fuero interno, sé que lo he visto, fugazmente, pero lo he visto, porque así lo he sentido.





Fuera hace frío, y el interior llama acogedor para aguardar la espera, así que Jasp y yo entramos dentro.

Pronto empiezan a llegar todos: Gloria y César, Jesús Petardo y su mujer (Inma, espero un café, o unas tapas, para cuando vaya a Armilla, no me gustaría perderte de vista), Víctor Acrab, y los más rezagados: los Javis, dispuestos a prepararnos unos spaghettis a la bolognesa de esos que quitan el hipo.




Víctor, César y Gloria




2 torres y un microbio: Javi Jare, Javi Cad y servidora (está claro cual es el papel de cada uno


Isidro padre se une a la fiesta y Jesús Fobos, viene a visitarnos con su sempiterno puro y los binoculares al cuello, para desearnos buena noche y despedirse de nosotros por si al día siguiente no nos viéramos.





Me encantó conversar con Javi Jare de literatura, de su libro favorito (El Perfume), de cine con Víctor Acrab y con Jesús Petardo, 2 verdaderos expertos. Con Isidro acerca de su hijo, el orgullo de su padre, y cómo su hijo lo había introducido a él en este mundo, que tan buenos momentos le había dado, también, sobre todo, el de esa noche... César, callado, sentenciaba cada vez que hablaba.

Perpleja y halagada a la vez al escuchar las galanterías de Javi Cad y Jasp hacia mí...





Juan Antonio



Javi Jare, pura felicidad


Víctor se fue pronto, en cuanto empezaron las copas. Qué vino después? Risas y más risas, hasta las 5 de la mañana. Bromas, ocurrencias gaditanas, y más risas.
Si hubiera habido un termostato de la risa, seguramente hubiera explotado allí mismo. Si la astronomía tiene buenos momentos, este fue uno de ellos.





Javi Cad e Isidro, todo un descubrimiento artístico


Jasp no paraba de repetirme: Quili, lo nuestro es una RED ASTRONOMICA SOCIAL, y así han quedado estas jornadas, como las de la astronomía social que tanto nos gustan a los dos.

Por fin, todo el mundo a dormir, y a la mañana siguiente, las despedidas: Al fin, conocí a los hijos de Pablo CBR, niños educados donde los haya.
Me despedí de César, de Jesús Fobos y familia, de Matías y de Lola.

Y la despedida más especial que tuve: David, hijo de Angel y Ana. Tras despedirme de ellos, lo abracé por detrás y él se volvió hacia mí, agarrándose a mi cuello, demostrándome lo cariñoso que es, y preguntándome cuándo sería la próxima vez que lo viera. Hasta mi coche se vino para decirme que no me olvidara la próxima vez de él y de su hermana. Claro que no David! Cómo me voy a olvidar de un cielo como tú.

Bajada tras el coche de Jasp y despedida de mi compañero y amigo en la Puebla de D. Fadrique, donde se separan los caminos hacia Granada o Alicante. Y allí, me separé definitivamente de esta red astronómica social que tan hondo me ha calado y que todavía percibo en mi cuerpo. Subiendo en el coche, un escalofrío de felicidad recorre mi espalda.

Algunos los veré pronto, a otros, quizás no los vuelva a ver, ni tan siquiera oiré su voz, pero todos y cada uno de vosotros habéis dejado vuestra huella en mi corazón, huella que no creo que desaparezca jamás.



Mención especial a dos personas que no pudieron asistir por motivos personales: Patricio Arbacia, y a Antonio Teteca (se echó de menos a la piratería, pero, sobre todo, a ti)


Quili


1 comentario:

  1. Excelente crónica, Quili ....
    No sólo es exhaustiva sino que además emana corazón y sentimiento en cada palabra ...
    Se nota que disfrutasteis como enanos ... (yo tuve mi oportunidad de disfrutar del sitio unas semanas antes, el último fin de semana de julio ...
    Saludos ...

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