viernes, 30 de diciembre de 2011

FELIZ 2012!!!!



QUE EN EL 2012 EL SOL ILUMINE TU CAMINO !!!!

FELIZ AÑO NUEVO!!!



FOTO:
AN ENLIGHTENING MOSAIC: SUNSETS IN 2011
SUNSETS, JUNE- DECEMBER 2011 IN ITALY
CREDIT: GRUPOO ASTRONOMICO TRADATESE

jueves, 1 de diciembre de 2011

Regreso a la inocencia


30 de Noviembre de 2011

Estos días debatíamos en un foro si muere la observación visual. Estoy completamente convencida de que no es así. ¿Por qué? Muy fácil, anoche disfruté de una de las mejores experiencias astronómicas de mi vida. Observando, claro…

El 30 de Noviembre del 2011, un flamante 16” era estrenado como merecía, con un cielo negro, un seeing de lo mejorcito y con muchas, muchas ganas.

Muchas han sido estos meses las discusiones, sueños, elucubraciones, acerca de cómo iba a ser la primera observación con un 16” de lujo. De cómo se iba a ver la galaxia del Escultor, por ejemplo, que por desgracia alcanzamos cuando ya estaba demasiado bajo en el horizonte... No me importa que llegáramos tarde y que apenas pudiéramos intuirla, nos queda tanto por vivir…!!! Todo va a ser novedoso por segunda vez!!! Tenemos que ver la Laguna de nuevo, M13, M51, Orion, ... y eso, hablando de los Messiers más espectaculares, porque muchos de los objetos que anoche vimos ni siquiera los había observado antes con el 12". O lo que habíamos visto era nada y menos…

La vida ha cambiado!! Nuestra vida astronómica resurge como el Ave Fénix!! Bieeen! Empezamos de nuevo! Que se prepare el cielo, qué allá vamos!!

Quedamos bastante tarde, a las 10 de la noche, ya que la creciente luna nos iba a acompañar casi hasta la media noche. Al día siguiente es laborable y toca madrugar, pero este 16" lleva más de un mes terminado, aguardando pacientemente un estreno en condiciones, y no se puede pasar la ocasión otro mes más! O eso, o algun@ iba a tener que hacerse la maletita e internarse en el primer centro psiquiátrico a su alcance, porque esta salida ya se estaba haciendo de rogar... O, simplemente la Ley de Murphy se está cumpliendo a rajatabla: días de espera proporcionales a las pulgadas del cacharro.

Pues, como decía, la hora acordada y yo con unas escaleras por la calle, que bien sabía que iba a necesitar. A saber lo que pensaría la gente al verme... Desde que comencé en esta afición, la indumentaria ha tenido que dejar de importarme. Las escaleras, qué buen uso tuvieron! porque hay que ver lo crecidita que ha salido la criatura...

De esta manera, nos vemos en camino, rumbo al alto de Blancares, en el corazón de la Sierra de Huétor, a 1300 metros de altura. La Luna nos sonríe en el horizonte, una sonrisa inocente, abierta, franca. Me siento como una niña, la ilusión de la novedad, de las expectativas de la noche, del cambio, del estreno... Lástima que con el paso de los años nuestra parte infantil vaya quedando arrinconada, casi olvidada, en nuestro corazón. El mundo funcionaría mejor si nuestro niño interior no se fuera cubriendo de compostura y reserva y, sobre todo, no perdiera la espontaneidad, una de las cosas más valiosas que los seres humanos poseemos.

Tan decididos estamos a un estreno perfecto, que nos adentramos más de lo habitual por pistas forestales que no sabemos ni a dónde conducen. A un buen cielo, es la esperanza! Curvas y vericuetos hasta encontrar un lugar que nos convence plenamente, norte, este y sur despejados, y oeste algo elevado, perfecto para guarecerse del horrible hongo lumínico de Granada.

El montaje es rápido y sencillo. Manta en el suelo para evitar humedades y barro, base circular, cajón del primario, barras, cesta del secundario y funda hecha a medida por la madre que lo parió (al colega, no al telescopio, claro) y que le sienta como un guante al rebautizado T2. Total: 15 minutos. 15 minutos de trabajo para un resultado de horas de disfrute. No está mal la proporción.





En pleno montaje


Estoy nerviosa. Apagamos las linternas y nos quedamos boquiabiertos, la noche es impresionante, pocas veces he visto la zona de Orión con esa negrura que todo lo envuelve, todo, menos ese brillo estelar y nuestra emoción por disfrutar de la noche. Dónde vivo, me han preguntado hace poco. En cualquier lugar donde pueda cubrirme con este manto estrellado!

Y ahora sí, llega el momento del estreno. Con un Ethos 8 y un filtro neodynium, observamos Júpiter, mientras desaparece del todo la Luna. Es increíble la nitidez que tiene para planetaria. Tal vez sea el mejor Júpiter que haya visto nunca, con tantas bandas como en una foto. Qué tendrán los Zambutos éstos… Pero hay que seguir haciendo comprobaciones.

Empezamos espacio profundo con un globular, M15. Los cúmulos siempre me recuerdan los fuegos artificiales de las fiestas de mi pueblo. Aunque mucho más modestos que los del lugar donde vivo ahora, me emocionaban más aquellos. Cuando era pequeña e íbamos de vacaciones, las fiestas comenzaban de esa manera, con fuegos artificiales. Hace tiempo que no acudo a una feria, pero la apertura de la noche es idónea: con fuegos artificiales, el preámbulo a la noria, los caballitos, los coches de choque, el tren de la bruja… Esta explosión es bonita, con un núcleo compacto, regular, visto a través de nuestro amigo Ethos 13. No está en muy buena posición, pues se encuentra en la única zona con contaminación lumínica del lugar, pero dice mucho del espejo que no se ve todo blanquecino, que se aprecia perfectamente. Además, verlo sin tener que subirse a las escaleras tiene su gracia.

Continuamos con la Galaxia del Escultor, una de las más esperadas de la noche. Hay que darse prisa, pues el mismo está a punto de partir, cual si fuera un tren, el tren de la bruja, y este viaje no nos lo queremos perder. Con el N26, cruza el campo del ocular, de punta a punta, y con el ethos 13, se desborda, pero queda centrado su núcleo. Lástima que perdamos una de las mejores galaxias de la noche, pues su vagón es engullido ya por la por la contaminación lumínica.

Cerca, y a remolque, le sigue el NGC 288, un pequeño globular lejano, difuso, antiguo en el tiempo. Lo bueno de esto es que se puede relativizar con el tiempo. ¿Cómo no voy a sentirme una niña, observando objetos que se encuentran a miles o millones de años luz?

Nos subimos a los caballitos, llámese Galaxia NGC 7331, con el Ethos 13 primero, y, después, para profundizar, con el 8. Algo que me gusta de este parque de atracciones que es el T2 es la manera que se adapta a tu ritmo: es muy suave de movimientos, perfecto diría yo, tiene el punto justo para desplazarlo sin esfuerzo y poder seguir los objetos con suavidad, a la vez se queda frenado en el momento adecuado, para una perfecta contemplación (GRACIAS MAURICIO, BUEN TRABAJO!!). Como un auténtico carrusel, en el que se gira sobre sí mismo sin perder el compás, pero que en el momento de la parada, no hay frenos bruscos, ni apenas notas que se ha detenido. Del que puedes bajar, con toda la comodidad imaginable. Y felicidad. Después de iniciar la noche así, quién osa borrar tu sonrisa?

Llega el momento de subir a la noria, una de las atracciones más espectaculares para un niño. Así podremos divisar el parque desde otra perspectiva, desde la misma que los mayores, pero sin perder la ilusión por lo que va a ver, pues todo es novedoso para él, cada imagen es nueva y excitante. Antes de subirnos pasamos taquilla obligatoriamente por M81. De repente, se le ve más estructura que nunca. Tanta que me recuerda a Andrómeda un poco más apagada.

Y vamos a por la 82. La expectación es tan grande que late el corazón con más fuerza… si M81 ya fascina, qué sucederá al encaramarnos a M82? Vamos a ella, entramos en la cabina que nos corresponde y subimos al cielo. Me agarro fuerte a mi plataforma con forma de escaleras, mi cabeza gira vertiginosamente, estoy tocando el cielo! Noto cómo mis pies casi se elevan con semejante contemplación. Esto es una locura, casi toco con la mano M82! No puedo evitar un pequeño gritito. Nunca había subido a una noria de este tamaño. Mi vértigo queda arrinconado bajo el éxtasis de la observación. Por primera vez distingo unas pequeñas muescas en el núcleo de la galaxia. Bajada y continuación de nuestro paseo. Próxima parada?




El niño


¿Qué sería de un niño en un parque de atracciones sin unas palomitas? Y yo quiero las mías. Recuerdo a mi madre haciendo “rosetas” en la sartén. Cómo ponía el maíz y mi hermano y yo nos quedábamos pegados a la cocina hasta que el primer grano se convertía en palomita. Era el momento de relamerse pensando en lo que nos esperaba. Es lo que me ocurre al observar M46 y la NGC 2438, una planetaria dentro de un cúmulo. Un verdadero deleite, que casi puedo paladear.

 Muchos niños necesitan de una luz para poder dormir, y si vamos a la Sigma de Orión? Una triple increíble, luminosa, que emite su luz perfectamente diferenciada en tres focos. Me gusta cómo funciona el T2 con las estrellas, les da una puntualidad increíble. Nada de pelotitas, son alfileres finos, delicados…

O, tal vez, esa luz se encuentre en Almach, en el cielo podemos encontrar las luces más importantes, las que pueden guiar nuestro camino hacia la madurez, sin perder un ápice de entusiasmo. Sólo hay que saber escoger la compañía, agarrarse a la mano adecuada. Y un niño sabe, instintivamente, cuál es esa mano. De noche, cuando vayas a dormir, mira Almach, una de las dobles más impresionantes del cielo. Con este T2 distinguirás brillos y colores, y si antes te parecía bonita, ahora te dejará sin aliento. Después, duerme, pues ella te protegerá de tus miedos y temores. Vigilará tu sueño con su estrella principal, naranja, dulce, y algo más grande, y la pequeña, más brillante pese a su tamaño, más blanca, se acomodará a tu lado para que puedas dejarte guiar por el mundo de las hadas, y los duendes. Donde todo es posible. Me dejarás acompañarte en este sueño sin relojes, sin nervios, sin mayores que no te permitan hacerlo realidad?

Y, como luz, no podemos encontrar otra mejor que la que emite la Beta de Monoceros. Esta triple es capaz de guiarte a través de un túnel hasta llegar a la plenitud de la vida. Impresionante la forma en la que la percibimos a través del ocular. El T2 está obteniendo sobresaliente en dobles. Ahora que llega la Navidad, se empeñan en iluminar artificialmente las ciudades. Por favor, parad un poco y mirad el cielo. No necesitamos más.

Siguiendo con dobles, Cástor en Géminis, que alcanzo a ver de puntillas en las escaleras, es el problema del T2. Nada ni nadie es perfecto. Y este T2 es muuuuuuy alto para mí. De hecho, no consigo alcanzar el doble de Perseo, ni con escaleras y tengo que renunciar a su observación, me siento como una niña que quiere crecer. Qué contradicción. 




La niña. Uff…

Pero tengo compensación con la galaxia NGC 891, entre Almach y M34. La observamos primero con el N26, para pasar después al E13 para profundizar, aún perdiendo algo de brillo. Aunque de gran tamaño, se diluye débilmente. Un verdadero premio, a lo mejor, el de la tómbola, que no debe faltar en una feria que se precie.

En la Osa Mayor, dominan la Nebulosa del Búho (ó M97), que con el N26 es poco más que una manchita, pero que con el E13 se resuelve perfectamente su interior, y M108, una galaxia en espiral que por primera vez logro apreciar. Uf!, esto sí es empezar de nuevo esta afición. Nuevas cosas, nuevos objetivos, o nuevos ojos!!!

Pero no todo es maravilloso en la noche, hay humedad. La funda del T2 está mojada, pero sólo me doy cuenta cuando observamos objetos que no nos llaman mucho la atención, como son el M79, el pequeño globular, compacto, o M41, un cúmulo que se aprecia mejor con el 26, pues en el 13 no cabe. Lo bueno de la zona de Can Mayor, donde está M41, es la multitud de cúmulos abiertos que encontramos, para todos los gustos, como el NGC 2360. Esta zona es en sí un inmenso cúmulo estelar.

Ahora toca subirse al carro de los Gemelos, ya sé lo que me espera, bien!!! Aunque yo sea pura felicidad, mi compañero lleva la noche peleando con el Telrad, que no deja de humedecerse y le complica las búsquedas (cuando desmontamos, el secundario estaba parcialmente congelado). Pobre, la lucha que tiene con el buscador para que yo disfrute como lo estoy haciendo. Aunque me sienta algo culpable internamente, no impide que yo continúe entusiasmada.

Pues, en Géminis, me centra M35, impresionante cúmulo, más grande y joven que su compañero, el débil y pequeño NGC 2158. Preciosa imagen de conjunto.

Y pasamos a Auriga, con M37, que estalla dentro del Nagler 26!!!. Nunca me canso de observar este cúmulo, qué maravilla de campo!

En nuestra nueva liga astronómica, tenemos la ventaja de observar en otra división. Algunos objetos, aún sin colores, se aprecian mejor que en foto, tridimensionales, tangibles, es como si los palparas. Y, además, no sólo son imágenes, son sonidos, olores. Toda la noche nos han acompañado el tintineo de las campanas de ganado cercano, el cantar de algún ave, el olor a tierra mojada…

Por fin llega el momento más esperado de la noche, la montaña rusa del Parque de Atracciones, que en este caso tiene nombre propio: M42, en Orión!!! Sólo la sonrisa de mi compañero al quitar el ojo del N26 me anticipa lo que voy a observar. Subo las escaleras, me asomo al ocular y… mi estómago cae 50 metros en picado, mientras yo grito de pura emoción. ¿Cómo describir esa imagen de puro vértigo y entusiasmo al mismo tiempo?

Mi cerebro intenta procesar la imagen. Es increíble, maravillosa. ¿Cuántos adjetivos debería utilizar para describir lo que veo? Nunca había contemplado así M42. Brazos en movimiento, palpables, evidentes, que te atraen como un canto de sirena hacia un trapecio perfectamente perfilada su forma geométrica con puntas de diamante. Quedas atrapado completamente en ese corazón brillante, que late sin cesar.

Por fin, oigo a mi compañero, ensimismada como estaba, apenas oía que estaba intentando cambiar el N26 por el E13. Él sólo tiene que subir un peldaño para hacer el cambio. Mientras, mi cuerpo sigue realizando círculos de emociones, al son de esta montaña rusa en la que estoy subida. Es imposible bajar de ella ni un solo instante. Mis ojos se clavan de nuevo en M42, ya a través del E13. Logro ver hasta 6 estrellas en el Trapecio!!! Ya sí que me es imposible dejar de gritar, reír, llorar, porque también se llora de alegría.

Bajo de las escaleras de esta atracción, todavía obnubilada por las sensaciones vividas. Sólo esta imagen, ya ha merecido la pena la pérdida de sueño, el frío y el mes de espera para el T2!

Gracias T2 porque has sido capaz de hacer renacer nuestra inocencia en la astronomía, por darnos nuevos ojos, nuevas vivencias. Un largo año se abre ante nosotros en el que todo va a ser nuevo otra vez. Esta vez hemos sido niños en un Parque de atracciones, quién sabe qué próxima experiencia viviremos. ¿Viajaremos en el espacio? Eso, siempre.

Me vienen a la cabeza unos versos de Neruda mientras recogemos:

    “Casi fuera del cielo ancla entre 2 montañas
   la mitad de la luna.
    Girante, errante noche, la cavadora de ojos.
    A ver cuántas estrellas trizadas en la charca.
    Hace una cruz de luto entre mis ojos, huye.
    Fragua de metales azules, noches de las calladas
   luchas
   mi corazón da vueltas como un volante loco.
    Niña venida de tan lejos, traída de tan lejos,
   a veces fulgurece su mirada debajo del cielo…”

Y es que esta noche, hasta la luna ha viajado con nosotros. No, no se ha ocultado, se ha quedado para disfrutar con nosotros de esta aventura.

En el regreso, hay algo que nos viene a la cabeza y son las palabras de nuestro amigo JCS,  el querido José Carlos:

“…mirar al cielo desde un alejado monte, una terraza, jardín o simple ventana y extasiarse con los luceros que se pueden ver, aunque lo hagamos a “ojo desnudo”, nos transporta hacia otra realidad donde los sentimientos se imbrican y confunden, pero provocando cierta dosis de felicidad por alcanzar lo, aparentemente, inalcanzable. Ese conjunto dispar de sensaciones no tiene precio…”



Dedicado a todos aquellos que todavía sienten eso y, sobre todo, a aquel que cada luna nueva, me lleva al Parque de Atracciones.

sábado, 5 de noviembre de 2011

domingo, 16 de octubre de 2011

M33 desde el Pinar de Araceli


Cortesía de Juan Antonio Sanchez Jasp

M33.Galaxia del Triangulo (25,26 -Agosto-2011)

En el Pinar de Araceli(GR).

15min en Luminancia.
9 min en canal R.
30min en canal G.
21 min en canal B.

Atik 314L+ ///TSIMN8B///CGEM.
Tomas realizadas a temp+1ºC
Con saturacion de componentes en colorRGB+Histograma con Pixinsight. Observar las zonas rojas de Ha(Hidrogeno Alfa).

sábado, 10 de septiembre de 2011

IC1318-A EN CYGNUS

IC1318-A en Cygnus.Composicion en HaRGB co Atik 314L+.Luna casi llena, Filtro Lumicon Deep Sky.IC1318 - The Gamma Cygni Nebula. Cerca de la estrella Sadr.
Tomada en Granada el 8/09/2011

CORTESÍA DE JUAN ANTONIO SÁNCHEZ (JASP)

martes, 30 de agosto de 2011

RED ASTRONOMICA SOCIAL


RED ASTRONOMICA SOCIAL

JJAA PINAR AGOSTO'11


25/08

Y cómo empiezo esta vez? Tenía tanto miedo de que saliera algo mal, había tantos factores en contra, y me encuentro que, como las nubes, todo se disipó, que no puedo decir otra cosa que la que se encuentra en una nube soy yo. Tal vez mi parte etérea subió en alguna de las que aparecieron el sábado por la noche en el Pinar y todavía siga en ella, no sé, no sé….



Maravillosa subida, acompañada de estas vistas


Subí tarde el jueves, y con bastante pereza, pues el día había sido bastante ajetreado. Benidorm- Granada, todo el día de trabajo y, después, Granada a Puebla de D. Fadrique y, finalmente, el Pinar de Araceli.

Sobre las 9:30, más o menos, estaba allí, y me fui directamente a la cabaña de los de Cádiz. Allí estaban Javi (Cad), Javi (Jare), Víctor (Acrab) y Juan Antonio (Jasp). A los 3 primeros no los conocía, pero rápidamente me sentí acogida por ellos. La sangre gaditana debe contener algún elemento especial, pues fue como llegar a casa.

Pronto aparecieron Pablo (CBR), César (Bohr) y Jesús (Petardo), qué gustazo conoceros finalmente. Pronto comenzaron las risas y es que había sido una tarde un tanto “agitada” para ellos. Entre risas, una nueva aparición, la niña con los ojos más impresionantes que haya visto, y su papá, el Rey del Sol, Claudia y Jesús (Fobos). Cuántas ganas tenía de conocerte, Jesús, y de qué manera se vieron cumplidas mis expectativas.

Traslado a la cabaña para dejar todo lo que llevaba (hay que ver qué cantidad de cosas, para unos días, se pueden meter en un coche, un poco más y me llevo el mueble del salón también) y regreso a la cabaña de los Javis y Víctor para cenar.

Cena rápida y observación. Jasp en la pista central, Jesús (Fobos), en la puerta de su casa, y los Javis, Víctor, Pablo y César arriba. Quizá la única pega que pueda poner a la reunión sea esa, las caminatas que tuve que pegarme para estar un rato con cada uno. Igual que la dispersión durante el día.

Empecé en la zona alta, con los Javis y compañía, en el telescopio de Víctor (Acrab), en el que tenía muchas ganas de observar. Increíble el telescopio que se ha manufacturado. Buena mano y buen ojo, porque con el Ethos 10 captó el mejor quintento de Stephan que haya visto y cuando digo quinteto, es quinteto, las 7 en la misma ventana, con una resolución y una nitidez increíble.

NGC 7448, una “pequeña” galaxia para mí, una gran galaxia para Víctor. Disyuntiva en nuestra forma de mirar, pero igualmente maravillosa. Esto demuestra que todo depende del color con el que se miran las cosas, o con el cristal, o con los ojos, qué más da, es todo tan subjetivo…
He de reconocer la sensación momentántea que tengo en ese momento con Victor: “es una gran galaxia, no sabes lo que estás mirando”, “no se gradúa de las 2 ruedas, sólo de una”, y yo pensando, pero qué se ha creído éste, que acabo de empezar a observar o que estoy aquí haciendo bulto? Menos mal que la primera impresión es la que cuenta, y pronto todo vuelve a su cauce, y el Víctor que yo esperaba y con el que tuve el primer encuentro, reaparece y todo queda en mera anécdota para escribir aquí. Eres un gran tío, Victor, culto y educado. Y como me gusta hablar contigo de cine, pisha!!

La NGC 7177 con los Javis, este en uno de sus LB 12”, se intuye su núcleo dentro de esta galaxia circular, pero en el de Acrab (Víctor), no sólo se intuye, sino que se resuelve con absoluta claridad. Encuentro muchas diferencias entre los 12” y este 16” de calidad extrema. Afortunadamente para Víctor, claro.

Me traslado al lugar de observación de Jesús Carmona, nuestro Fobos. Allí está con Jean (JuanAndré), nuestro francés más andaluz, con sonrisa permanente y al que casi tengo que colocar un babero mientras observa con Jesús. Cosas de la aperturitis.

Sorpresa total con Jesús, “mi” repelente es un hombre excepcional, que disfruta de la astronomía, y con la astronomía, y, lo mejor, disfruta enseñando astronomía, y comparte tanto sus conocimientos como su material. Realizando un inciso, decir que en este caso se cumple a rajatabla la norma de que detrás de un gran hombre hay una gran mujer, Mari Cruz es una mujer increíble, de las de la buena esencia se encuentra en bote pequeño. Pero qué esencia!!!

El cañón de 20” es ideal para la observación, una ventana al universo, pero tiene el “pequeño” inconveniente de que yo no llego cuando apunta al zenit!!!
Gracias a la amabilidad de Jesús Fobos consigo alcanzar una parte del cielo con su mastodonte, ya que, primero con Jean, y, después, los dos solos, se dedica a buscar objetos a los que yo tenga acceso desde el segundo escalón de su almena. Alucinante el sistema motorizado de este telescopio, la suavidad de movimientos, de seguimiento. Perfecto y agradecido el rotador para filtros, la comodidad hecha telescopio.

Empezamos con la explosión de M22, un cúmulo muy agradecido en el 20”, además, visto con los binoculares me produce una tridimensionalidad espectacular.
Ver los objetos con este cañón es como comenzar de nuevo la astronomía, pues con cada objeto tengo la misma sensación: ser la primera vez que los veo. Si es que no me canso de decirlo, todas las cosas dependen del cristal con el que se miran, y mirar con un ethos 21 y en un 20” puede variar mucho tu forma de verlas.

Y con ese ethos 21 pasamos al M17, el pato para Jesús, por la forma que tiene, y es que la Nebulosa Omega es también la Nebulosa del cisne. Para mí, es un objeto de una delicadeza absoluta, casi me parece un velo, ocupando todo el ocular, tu ojo se desliza de un extremo a otro, dejándote mecer por las alas del cisne.

Continuamos con el NGC 5907, entusiasmado, Jesús me explica cómo esa delgada línea que recorre su interior está compuesta de polvo interestelar. Me emociona compartir estos momentos, pues antes de visualizar cada objeto, me explica con detalle lo que voy a ver, en qué tengo que fijar mi atención exactamente. Observar de esta manera es un lujo, y no sólo por el instrumental, sino por la transmisión entusiasta de conocimientos que me llega.
Mientras observamos, César (Bohr), y Daniel (Gildan), se acercan por allí, para compartir algún objeto.

Pasamos a otra galaxia, la NGC 891, y es que, afortunadamente para mí, quiere enseñarme cosas distintas, que no pueda ver en un telescopio normal. Yo que pensaba que pronto iría a dormir, y resulta que la noche está siendo increíble.

Pues bien, la peculiaridad de esta galaxia en espiral, situada en Andrómeda, en su brazo interior, vista de canto, es que se observa una especie de brazo interior, una barra de polvo interestelar, que prácticamente la divide visualmente.

Siguiendo con formas extraordinarias, observamos M33, explicándome cómo su región HII (compuesto de hidrógeno ionizado) forma una nebulosa anexa a la propia galaxia. Mis ojos se han habituado a esta nueva forma de observar y me es fácil localizar cada detalle tras sus explicaciones. Es muy curioso, esto no podría verlo en otro telescopio de menos pulgadas. Y es que, como ya me explicó Jean, sí existen diferencias entre su 18” y este 20. Aunque para mí sean tan insignificantes, acostumbrada a muchísimas menos pulgadas.

Y, para que pueda comparar de verdad, 2 cúmulos: uno de los dobles de Perseo, y otro que casi me hace caer de las escaleras donde estoy encaramada toda la noche: M13.
No sé las veces que habré visto este objeto, uno de mis favoritos, pero verlo aquí, es otra historia. El propio cúmulo desborda el ethos 21, pero cambiando al ethos 8, combinado con una pequeña Barlow resulta increíble. Dentro del ocular queda el núcleo del cúmulo, no alcanzando a contener todo su entorno, y dentro de este núcleo se distinguen las diversas intensidades de sus estrellas. No puedo menos que emocionarme contemplando esta explosión de vida y luz que hace mella en mi interior. No puedo dejar de sonreír tras una noche así.

Jesús y yo nos despedimos, él lleva ya varias noches y queremos reservarnos para lo que se prevé el plato fuerte, la noche del viernes. Es una pena que no haya podido ver los velos, pero en el zenit es imposible para mí este telescopio.

Me dirijo a la pista central, caminando feliz en la oscuridad, en plena naturaleza, ha sido una buena noche. Allí está Jasp con Eduardo, fotografiando, o más que eso, dejando listo su equipo para la noche siguiente. Se respira bien bajo ese cielo. Es una sensación de libertad única. Eduardo marcha a su cabaña.

A nosotros, todavía nos quedan fuerzas para, durante más de dos horas, comentar la noche, lo maravilloso que ha sido conocer a estos nuevos amigos, las expectativas que tenemos para la noche siguiente, y para la vida…
Ahora sí, es hora de dormir, pues todavía nos quedan jornadas por vivir.

Viernes, 26/08

Es temprano todavía, son las 9:30 (temprano para la hora que me acosté), pero la luz entra con fuerza por la ventana, llamándome a gritos vaga, y una llamada telefónica acaba tirándome de la cama. Qué bien he dormido! Y qué felicidad siento todavía!



Vistas del Pinar


Desayuno sola en el salón, mientras reviso mis notas e intento conectarme a Internet. Bendito Pinar! Apenas si hay cobertura, y la conexión a Internet es prácticamente imposible. Disfruto de este momento impagable en plena naturaleza, absolutamente silenciosa a esa hora de la mañana. Todavía en pijama, salgo al exterior. La mañana es fresca, pero limpia tus pulmones, los oxigena. Intento captar el momento con mi cámara, pero el objetivo se empeña en ser dimensional, en capturar sólo lo que ve y no lo que siento. Un bienestar interior difícil de explicar.



Jasp, con cabaña al fondo


Por fin, me decido y entro en la ducha, pues quiero llegar pronto a la comida, me apetece charlar un rato con los compañeros y con Matías y Lola, 2 grandes anfitriones y, lo que es mejor, 2 grandes amigos. Son de esa clase de personas con las que puedes ser tú misma, sin superficialidades, sin aditivos.



Matías




Comiendo


Hoy nos toca paella, y una deliciosa ensalada que comparto con Mari Cruz (mujer de Jesús y a la que ya mencioné) y con Ana (mujer de Demonio), a la que ya conozco y que han llegado justo para la comida. David, su hijo, está cada día más guapo, le comento a Ana, lo veo cambiado desde el año pasado, es todo un hombrecito.




Una estupenda paella cocinada por nuestro anfitrión y una mejor sobremesa, donde los de Cádiz son el centro de atención, para variar, las marujis de Caí.
Buscamos el sol como lagartos, y es que la temperatura es fresquita ya a las 5 de la tarde. Van llegando los que faltan: los Isidros y su familia (Juanma y Pablo), José Esteban, al que no veo pasar.



Jesús Fobos



Mari Cruz y la mujer de Jean




Jean




César


También llega Juan Bayo, alias Nuwanda, a la hora del café. Reconozco a la familia precisamente por su mujer, Andrea, y su preciosa hija, Sofía. Es lo que tienen las redes sociales, que puedes comunicarte con compañeros incluso antes de conocerlos.
Sofía es una muñequita, una niña dulce y tranquila, en torno a la cual revolotea Luna, su perrita. Sofía, uno de mis nombres favoritos…. Del griego, sabiduría, y seguro que ya la lleva en los genes, igual que la afición a la astronomía.

Llegan Maritxu y Jesús Astrogades. Esta pelirroja le alegra el día a cualquiera, es como un rayo de sol que inunda cada momento que comparte contigo. Jesús me agradece la ruta que les había recomendado y yo le agradezco más a él este abrazo de amigo que recibo. Con esta luz roja que transmite la rizada cabellera y ese abrazo cálido, mis pocas dudas acaban de disiparse y sé que el fin de semana será perfecto. Y, para confirmarlo, pequeño concierto de la astrobanda.



Jesús Astrogades y Matías


Por fin, aparece mi compi de observación, JuanFra (FranJua), muerto de cansancio y de sueño, pero dispuesto a romper con la noche, y más aún, teniendo en cuenta que sólo dispone de una. Menos mal que va armado de Red Bull hasta las trancas.

El triplete de Leo (Jasp, Franjua y yo) nos dirigimos a hacer las pertinentes presentaciones, visita de rigor a los gaditanos, admiraciones al telescopio de Acrab (Víctor) quien nos comenta que ya ha llegado Comiqueso (JuanJo), disertación con Jesús, y tropiezo con la problemática de turno, dónde montamos?



Juan Antonio (Jasp)



Javi Cad


Los gaditanos, junto Jean y Pablo se quedan arriba. Los últimos en llegar, muy alejados de nosotros, se quedan en su zona, y algunos decidimos montar en la pista, en grupo: Jesús Fobos, Angel Demonio, Juan Antonio Jasp, César Bohr, Juan Nuwanda, JuanFra, y yo. Hasta David monta su pequeño telescopio, intentando explicar a Martín (hijo de Jesús Fobos) su funcionamiento.



Teles de Juan Antonio (Jasp)




En una esquinita, David y Martín, imitando a los mayores


Cena frugaz y comienzo de la noche. Creo que a todos los que allí estábamos, nos hubiera gustado hacer una observación conjunta, al menos por una noche, y en la próxima quedada, siguiendo el ejemplo de Patricio Arbacia, el organizador debería fijar una noche obligatoria conjunta. Para que no sólo hagamos compadreo en las comidas, sino también en las observaciones.

Esta noche, me decido, y monto mi telescopio, un poco empujada por Jasp, tengo Alcor en el ocular, pero compruebo su mala alineación. Angel Demonio, me lo alinea, y me localiza un pequeño cúmulo en Sagitario, M3.
Débilmente, tenemos la laguna, y es que el propietario de Tecno Spica me comenta lo mal colimado que está, y es que si lo utilizara más a menudo, en lugar de dedicarme a la astronomía social…

Franjua se pelea con la montura, con la batería, más de 2 horas cacharreando mientras yo me dedico a astronomear de teles en teles.




El vixen de Juanfra


Acercarse a Jesús Fobos se convierte por momentos en misión imposible, tal es la cola que aguarda pacientemente para su observación.




Jesús Fobos y Claudia, su hija


En un hueco, me avisa para ver la Laguna, que ya he visto en mi telescopio, HORRORRRRR!!! Parecen dos objetos distintos. Empiezo a considerar la opción de la adopción. No sé si Mari Cruz querrá un hija tan mayor, pero yo empiezo a estar decidida..
La Laguna no se alcanza a ver en su totalidad en esta ventana, ya que le es imposible al ocular aglutinarla toda en esos 100º de campo.
Al igual que con la Trífida, en la que se define exhaustivamente su estructura, dividiéndola en mundos independientes aunque unidos por un nexo común, que, en este caso, es el deleitarnos por completo.

Con Juan Nuwanda, que ha dejado durmiendo a sus chicas, observamos en su LB 16” el Doble de Perseo, perfectamente encuadrados ambos cúmulos en el ocular, la galaxia de Andrómeda, y la galaxia del Triángulo.



Telescopio de Juan Nuwanda


Sí noto diferencias con el LB 12” con el que estoy acostumbrada a observar, reconozco que no es el 20 de Jesús, pero es que mientras sigan en mi memoria los objetos avistados con ese telescopio, ya nada será igual, pero, objetivamente, sí encuentro diferencias con el 12. Lo que en uno sólo se intuye, en otro se puede ver con total claridad.
Es un telescopio para uso individual, sin necesidad de ayudas para su montaje, con unos resultados más que dignos, muy superiores a cualquier otro, y que, incluso, podría aligerarse, visualmente hablando, cortando algunas piezas de la base y dejándolas en lo más básico y útil.

Por fin, Jesús Fobos queda libre de sus fans y podemos ponernos manos a la obra, Franjua dimite finalmente de su astrofotografía, seguramente tras yerrar una y otra vez con su batería.

En un principio, hacemos un repaso a todo lo visto la noche anterior a solas, con lo que me puedo dispersar un poco, charlando con Jasp (pidiéndole que fotografíe determinados objetos para el nuevo blog, para esta narración), con Angel y Ana, con César, con Juan Nuwanda, que me enseña una foto preciosa de su telescopio apuntando hacia la vía láctea…. Pero otra vez me encuentro con el mismo problema de la noche anterior, y es que no llego a ver los velos!!




Toda la artillería de Juan Antonio en marcha


M27 se convierte en una gigante bola algodonada, empedrada por completo de claroscuros, no se distinguen colores, pero sí la mayor o menor fuerza del disco de humo.

La galaxia NGC 253, en la constelación del escultor, galaxia en espiral, que como todo objeto, adquiere nombre propio en este tubo.

En la constelación de la Lyra, el anillo, M57. Esto ya no es un anillo, es la alianza de las bodas de platino o de diamantes, o más… Tras verlo, siento un compromiso interno hacia la gente que me rodea esta noche, ya que tan feliz he sido.

En una parte del horizonte, comienza a surgir Orión ya, aunque es muy tarde como para esperarlo.

Júpiter está en el lugar adecuado para verlo, y, es curioso, pero es en mi telescopio donde veo una de las mejores imágenes de este planeta. Probamos con el Uwan 7 más barlow, pero no nos da una imagen definida. Jasp saca un ocularcito, lo ponemos y “voilá”, el mejor Júpiter que haya visto en tiempo, en mucho tiempo. Se distinguen fácilmente como 5 bandas, sus satélites brillan como diamantes, quedo maravillada y reconciliada con mi dobson.

Alquien que me conoce bien, susurra a mi oído algo que me emociona: los velos es posible verlos ya a una altura accesible para mí. Rápidamente, se lo comunico a Jesús. Y Jesús, que es mi genio de la lámpara por esta noche, los pone a mi disposición.

Primero, el “encaje”, un delicioso macramé, un panal de abejas, un tejido realizado con amor de madre. Increíble cómo se entrelazan unos hilos a otros para formar este lienzo celeste en el que envolverse en esta noche mágica, como son las noches del Pinar.

Pasamos al siguiente velo, el NGC 6992, imposible abarcarlo en la imagen. Centrada su estrella principal, vamos desplazando el telescopio, para poder disfrutarla, primero hacia la izquierda, a la parte más corta y que más se afila en su extremo, regreso a su parte central y recorrido por la parte más alargada y también más compacta.
Esta imagen ha quedado grabada en mi retina y creo que tardará mucho tiempo en desaparecer. Es el regalo perfecto para una noche así.

No quiero ver más, quiero guardar esta imagen como punto y final a una noche excepcional, una noche inolvidable.
Nunca había observado los velos de esta manera, si acaso, en alguna foto, y no deseo olvidarla nunca, hubiera pasado horas encaramada a la almena, dejándome llevar por su suavidad y ligereza, por su delicadeza, siento un Peter Pan dentro de mí, intentando recuperar mi parte de niña (bien guarecida, aunque siempre patente). Quisiera volar, sujeta a un extremo de este velo, dejarme llevar por otras galaxias y mundos celestes, observar a los que me rodean desde arriba, tal vez fuera una buena manera de resolver las dudas que me acechan.

Y ahora, sí, a dormir, es muy tarde, más de las 5. Y ha sido una noche muy bien aprovechada. Franjua, Jesús y yo, somos los últimos en salir de la pista

27/08

Intento averiguar la hora que es, el sol entra a raudales por la ventana y debe ser algo más tarde que ayer. Hoy es el día de la comida en grupo, y tengo ganas de, por fin, juntarnos todos.

Desayuno en el restaurante principal y ducha para intentar despertar, pues una parte de mí quiere seguir viviendo el sueño de la noche anterior.

Nos encaminamos hacia el restaurante, encontrándonos en el camino con Juan Nuwanda y su familia. Por supuesto, el tema central es la noche anterior, la excepcional noche pasada.
Ya en el restaurante, y mientras se prepara la deliciosa comida, puedo saludar a los Isidros, a Juanma y Pablo, a José Esteban, a mi amigo Comi y charlar tranquilamente con los antiguos y nuevos amigos.



Las “pequeñas” chuletas que compusieron la comida


Flanqueada por mis chicos, nos sentamos a la mesa, enfrente, Ana y Angel Demonio, Jesús Fobos y Mari Cruz.




Juanfra, Juan Antonio y yo


Lo que allí se habló y se rió sería muy difícil de contar en este espacio, pero prueba de ello son las fotos que se acompañan, y es que, dicen, que una foto vale más que mil palabras.
BRINDO POR TODOS LOS ALLÍ PRESENTES!!

Se hace entrega de la placa conmemorativa a los jóvenes astrónomos, jóvenes en cuanto a edad, porque en cuanto a conocimientos ya quisiéramos muchos… Nuestro futuro está asegurado, y estoy segura que llegarán muy lejos.






Isidro padre e hijo, Pablo y Juanma


Risas y más risas durante la suculenta comida, aunque asustaba ver los trozos de carne, allí no quedó ni un bocadito.




Jesús Astrogades y Maritxu




Juan Nuwanda y Andrea



Luego, la tertulia, las risas con los de Cádiz




Víctor explayándose



Sr. Jesús Carmona, y su Montecristo


Y ya, la despedida de uno de los amigos: Franjua debe regresar a casa. Allí quedamos una buena representación, Cádiz, Armilla y yo (que no sé ni de dónde soy), y una quedada no astronómica para esa noche que no se prevé demasiado buena para la observación.



Calentando motores para el astrobotellón


Regreso a la cabaña, donde intento dejar el mayor espacio posible para los invitados al primer astrobotellón, ese que marcará historia.


Fuera, se está poniendo el sol. Miles de fotos intentando captar ese mágico momento.





Música de fondo, unas risas, unos versos de Neruda:

“…He visto desde mi ventana
la fiesta del poniente en los cerros lejanos.

A veces como una moneda
se encendía un pedazo de sol entre mis manos…”





Por un momento, creo vislumbrar mi rayo verde, tan efímero su paso, que no logro discernir realidad de imaginación. Sueño o vivencia? En mi fuero interno, sé que lo he visto, fugazmente, pero lo he visto, porque así lo he sentido.





Fuera hace frío, y el interior llama acogedor para aguardar la espera, así que Jasp y yo entramos dentro.

Pronto empiezan a llegar todos: Gloria y César, Jesús Petardo y su mujer (Inma, espero un café, o unas tapas, para cuando vaya a Armilla, no me gustaría perderte de vista), Víctor Acrab, y los más rezagados: los Javis, dispuestos a prepararnos unos spaghettis a la bolognesa de esos que quitan el hipo.




Víctor, César y Gloria




2 torres y un microbio: Javi Jare, Javi Cad y servidora (está claro cual es el papel de cada uno


Isidro padre se une a la fiesta y Jesús Fobos, viene a visitarnos con su sempiterno puro y los binoculares al cuello, para desearnos buena noche y despedirse de nosotros por si al día siguiente no nos viéramos.





Me encantó conversar con Javi Jare de literatura, de su libro favorito (El Perfume), de cine con Víctor Acrab y con Jesús Petardo, 2 verdaderos expertos. Con Isidro acerca de su hijo, el orgullo de su padre, y cómo su hijo lo había introducido a él en este mundo, que tan buenos momentos le había dado, también, sobre todo, el de esa noche... César, callado, sentenciaba cada vez que hablaba.

Perpleja y halagada a la vez al escuchar las galanterías de Javi Cad y Jasp hacia mí...





Juan Antonio



Javi Jare, pura felicidad


Víctor se fue pronto, en cuanto empezaron las copas. Qué vino después? Risas y más risas, hasta las 5 de la mañana. Bromas, ocurrencias gaditanas, y más risas.
Si hubiera habido un termostato de la risa, seguramente hubiera explotado allí mismo. Si la astronomía tiene buenos momentos, este fue uno de ellos.





Javi Cad e Isidro, todo un descubrimiento artístico


Jasp no paraba de repetirme: Quili, lo nuestro es una RED ASTRONOMICA SOCIAL, y así han quedado estas jornadas, como las de la astronomía social que tanto nos gustan a los dos.

Por fin, todo el mundo a dormir, y a la mañana siguiente, las despedidas: Al fin, conocí a los hijos de Pablo CBR, niños educados donde los haya.
Me despedí de César, de Jesús Fobos y familia, de Matías y de Lola.

Y la despedida más especial que tuve: David, hijo de Angel y Ana. Tras despedirme de ellos, lo abracé por detrás y él se volvió hacia mí, agarrándose a mi cuello, demostrándome lo cariñoso que es, y preguntándome cuándo sería la próxima vez que lo viera. Hasta mi coche se vino para decirme que no me olvidara la próxima vez de él y de su hermana. Claro que no David! Cómo me voy a olvidar de un cielo como tú.

Bajada tras el coche de Jasp y despedida de mi compañero y amigo en la Puebla de D. Fadrique, donde se separan los caminos hacia Granada o Alicante. Y allí, me separé definitivamente de esta red astronómica social que tan hondo me ha calado y que todavía percibo en mi cuerpo. Subiendo en el coche, un escalofrío de felicidad recorre mi espalda.

Algunos los veré pronto, a otros, quizás no los vuelva a ver, ni tan siquiera oiré su voz, pero todos y cada uno de vosotros habéis dejado vuestra huella en mi corazón, huella que no creo que desaparezca jamás.



Mención especial a dos personas que no pudieron asistir por motivos personales: Patricio Arbacia, y a Antonio Teteca (se echó de menos a la piratería, pero, sobre todo, a ti)


Quili