Y tal y como habíamos establecido con Víctor, nos encontramos en la puerta del Parque de las Ciencias a las 12 de la mañana. Con un calor de los que sólo se dan en Granada, entrar en el recinto fue un respiro, pues la temperatura allí es muy agradable, gracias a un sistema propio de refrigeración.
Un lugar aconsejable para pasar el día de forma divertida e instructiva a la vez, ideal para ir con los niños, y sin niños.
Nada más entrar, tenemos un recibimiento al estilo de la guerra de las galaxias, simpático, e invitándonos a adentrarnos en el mundo de la Ciencias
Aprendemos que la electricidad no cae del cielo, con diversos experimentos
La exposición de taxidermia, una de las más importantes del mundo, una verdadera obra maestra, por las composiciones que forma, la agilidad y movimiento de los animales.
En la sala del cuerpo humano, donde Víctor extiende sus dominios, podemos observar órganos de distintos animales, comparándolos con el cuerpo humano. Se pueden hacer experimentos, medirte el calor corporal, o, incluso, medirte la tensión
Una parte dedicada a la aviación
Incluso a la valenciana
En el exterior, uno más actual....
Un buen almuerzo con vistas a las refrescantes fuentes, para poder continuar con nuestra visita:
Y, ya en el jardín, los relojes de sol, de todo tipo, tamaños y formas
Y hasta aquí nuestros días astronómicos granadinos. Por lo menos, hasta el momento
Quili
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